
Todo comienza con una chispa… pero eso no basta
Tienes una idea que no te deja dormir. Te emociona, imaginas el logo, los clientes, el impacto. Pero cuando se trata de emprender, la pasión —aunque esencial— no es suficiente.
El entusiasmo es el punto de partida, no el plan completo.
Muchos proyectos fracasan no por falta de motivación, sino por falta de validación. De ahí la pregunta clave: ¿es tu idea viable o solo una ilusión bonita?
Valida antes de invertir
Aquí es donde entra en juego el método y la estrategia. Antes de lanzarte a construir una web, buscar inversores o imprimir tarjetas, hazte estas preguntas:
- ¿Qué problema real estoy resolviendo?
- ¿Mi solución es diferente o mejor que las ya existentes?
- ¿Existe una audiencia dispuesta a pagar por ello?
- ¿Puedo hacer un prototipo rápido para probar la idea?
Validar no significa apagar tu sueño, significa afilarlo. Significa ajustar tu idea a lo que la gente realmente necesita, no solo a lo que tú imaginas que podría gustar.
Recomendación de lectura:
“El método Lean Startup” – Eric Ries
Un clásico moderno del emprendimiento. Este libro te enseña a lanzar productos y servicios de forma eficiente, minimizando el riesgo y aprendiendo constantemente del mercado. Ideal si quieres convertir una buena idea en un negocio sostenible, sin malgastar tiempo ni recursos.